HIDRÁULICA
Se sirve de la energía cinética del agua y es la fuente renovable de electricidad más importante y utilizada en el mundo. Es una energía madura que juega con ventaja por su fiabilidad y aplicabilidad. En España todavía es técnica y económicamente aprovechable en nuevas instalaciones. Hace sesenta años representaba más del 95% de la generación eléctrica y en la actualidad se sitúa en el 20% de la potencia instalada. Las centrales de energía minihidráulica generan menos potencia y su tamaño es inferior a las grandes cengtrales, pero también lo es su impacto sobre los ecosistemas.
EÓLICA
Si el aumento del tamaño de los molinos ha permitido la reducción de costes de esta energía basada en el viento -gracias al aprovechamiento de las economías de escala-, una segunda fase del desarrollo eólico onshore (en tierra) podría corresponder al aprovechamiento de las zonas de menores vientos con aerogeneradores de pequeña y mediana potencia. Otra tercera fase corresponderá a la instalación de parques offshore (mar adentro). Se puede instalar en espacios que no son aptos para otros fines, como las zonas desérticas o próximas a la costa, además de laderas áridas o demasiado empinadas para ser cultivables.
SOLAR
A baja temperatura se aprovecha para sistemas de agua caliente en edificación. Y a media y alta temperatura para producción eléctrica. También se puede producir energía eléctrica por efecto fotovoltaico, si bien con tensiones y potencias muy inferiores que limitan y complican su utilización. Uno de sus principales inconvenientes son las grandes distancias de transporte de la energía. La solar ha experimentado un crecimiento importante en España, representando en 2009 el 12% de la producción total instalada, el cuarto lugar en potencia detrás del gas natural, la nuclear y el carbón. Hoy es cara y poco competitiva, pero con los avances tecnológicos puede significar en el futuro la guente más importante de energía renovable.
MARINA
Engloba distintos tipos de aprovechamiento, entre los que destacan el de las mareas -en centrales eléctricas mareomotrices-, el de las corrientes marinas -en turbinas submarinas-, el de la energía de las olas, el de los gradientes térmicos, el de los gradientes salinos o energía osmótica o el de la biomasa marina. Podemos decir que las energías marinas se encuentran en una fase de desarrollo incipiente, con un elevado número de posibles soluciones que deberán irse reduciendo y mejorando en su tecnología para poder ser aprovechables. España no es de los mejores lugares para el aprovechamiento de energías marinas pero a medio plazo y en determinados emplazamientos puntuales pueden resolver problemas locales.
BIOMASA
Es materia orgánica, obtenida de las plantas y animales, que contiene energía almacenada a partir del sol. Sus dos utilizaciones principales son la producción de biocombustibles sustituivos de los derivados del petróleo y la producción de energía eléctrica. Una corriente de opinión piensa que la prima de la conversión energética de estos cultivos repercutirá en el precio de los alimentos mientras que otros señalan que la superficie agrícola es suficiente para abastecer al doble de la población mundial actual, por lo que una buena parte podría destinarse a la producción energética, tanto eléctrica como de biocombustibles.
Fuente: Revista CAUCE 2000. Nº 152